En las décadas de los 60 y 80, participó en series emblemáticas como «Mi bella genio», «Daniel el travieso» y «Battlestar Galáctica». Sin embargo, su contribución más significativa y pionera ocurrió en 1948, cuando se convirtió en el primer actor en interpretar a «Superman”.
En 1947, brilló al encarnar al mítico profesor Oppenheimer, en «Principio o Fin». Su brillante personificación capturó las dudas, el entusiasmo y los miedos del científico encargado de desarrollar la bomba atómica para poner fin a la Segunda Guerra Mundial.
Fue un actor icónico cuya carrera abarcó desde la década de 1940 hasta mediados de la década de 1960, participando en más de 35 producciones, dejando una huella indeleble en la historia del cine y la televisión.
Ultimátum, se distingue como pionera en el cine catastrofista, influyendo posteriormente en la ciencia ficción de los años 50 y en las películas estadounidenses de la Guerra Fría de la década del 60. A diferencia de otras producciones de este género, la película no otorga un protagonismo desmesurado a militares o políticos, estableciendo así una dinámica única en el subgénero.
El largometraje, aborda el proceso que llevó a Estados Unidos a embarcarse en esta carrera armamentística, desde los deseos de Roosevelt hasta la decisión final de Truman de lanzar la primera bomba. La representación de este último mandatario se realiza de manera simbólica, mostrándolo solo de espaldas y entre sombras, evitando su personalización debido a su posición como gobernante en activo en el momento de la filmación.
En la transubstanciación toda la substancia del pan y toda la sustancia del vino desaparecen al convertirse en el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Cristo. De tal manera que bajo cada una de las especies y bajo cada parte cualquiera de las especies, antes de la separación y después de la separación, se contiene Cristo entero.
Es la patrona de personas con enfermedades oculares, destacando su conexión con la luz y la vista. La leyenda cuenta que, aunque le arrancaron los ojos, fueron restaurados milagrosamente. La iconografía medieval refleja esta relación, mostrándola con sus ojos en un plato. La etimología de su nombre, relacionada con «luz» en latín, acentúa su papel como protectora de la vista.
Valak se distingue por su habilidad para revelar verdades sobre tesoros ocultos y señalar la presencia de serpientes, obligándolas a someterse ante el exorcista sin esfuerzo. Este demonio, lleva consigo un sello que debe ser empleado en la forma específica indicada, un detalle crucial en la magia y la demonología.
En “La Monja 2”, la trama del film encuentra a las dos jóvenes monjas Irene y Debra investigando los asesinatos, las pistas las conducen a los palacios papales, los archivos del Vaticano, donde un bibliotecario revela que este demonio desea apropiarse de los ojos de la santa. El enigmático blasón en el rosario del sacerdote asesinado en Tarascón, Francia, es del escudo familiar de Santa Lucía, conectando a las víctimas con su linaje.
El director se esfuerza en sorprenderte a medida que la historia introduce temas de culpabilidad, venganza y perdón. Llevándonos a un vórtice donde se encuentra una resolución inesperada y conmovedora. Una verdadera mezcla de sentimientos que te hará sentirte dentro del film y esperarás a toda costa, sin saber cómo, que todo termine bien.
Recomiendo una revisión de la película con una perspectiva diferente, centrada en el personaje y su lucha. En lugar de compararla constantemente con su predecesora, apreciemos cómo esta precuela arroja luz sobre los desafíos de Merrin y cómo su pasado influye en su valiente enfrentamiento con el mal. La película es un recordatorio de que la fe y la integridad pueden superar incluso los obstáculos más oscuros y retorcidos.
Aborda estupendamente como los demonios llevan a cabo la posesión de una persona. Esto no se ha explicado en películas de este género y en cambio, Nefarious lo hace brillantemente.