#6 🎥 El papel de la PROPAGANDA en la GUERRA FRÍA y la AMENAZA NUCLEAR

La Guerra Fría tuvo serias repercusiones en la industria del cine, afectando a las temáticas de los filmes y a distintos aspectos del negocio cinematográfico, lo que repercutió de una u otra forma en la sociedad.

La Guerra Fría era un caldo de cultivo excelente, cuyo máximo exponente fue la histeria colectiva anticomunista, que se tradujo en la “Caza de Brujas” y en la aparición del senador McCarthy, como ya hemos mencionado en este ciclo de películas atómicas. Los productores vieron en esto una magnífica oportunidad de hacer negocio. Lo que respaldará la eclosión de un modelo de cine fantástico y de ciencia-ficción en el que se dan cita los miedos, las obsesiones y la fascinación que siente el espectador medio por lo desconocido. La industria cinematográfica indujo al público a la paranoia del holocausto nuclear o una improbable aunque devastadora invasión extraterrestre.

Siete Días de Mayo
1964 | Seven Days in May | John Frankenheimer | Seven Arts Pictures

El argumento del filme gira en torno a un militar, el Coronel Martin Casey (Kirk Douglas), el cuál descubre un perverso plan militar liderado por el condecorado General James Mattoon Scott (Burt Lancaster), para derrocar al Presidente de los EE.UU., Jordan Lyman (Fredric March) De esta manera intentara acabar así con sus planes de desarme nuclear pactados con la Unión Soviética, en una clara declaración de intenciones contra la paz y en favor de la guerra como única forma de mantener el poder mundial. La trama es ficticia, pero algunos elementos que se incluyen están basados libremente en hechos o personajes reales.

En ese sentido me hace acordar a otro artefacto de la Guerra Fría, el clásico “Punto Límite” del mismo año, en donde el personaje de Walter Matthau (en un principio, un extremista detestable) dispara una cuota de afirmaciones tan lógicas como estremecedoras, mostrando inteligencia y amoralidad al mismo tiempo.

Entrando en la política-ficción, la película se encuentra ambientada en un futuro cercano que vista con los ojos de un espectador actual es algo que puede pasar desapercibido. Realizada en 1964, hay diversas imágenes que plantean que la historia podría estar sucediendo a principios o mediados de los años 70. Para ahondar en esa sensación distópica se utiliza una tecnología muy moderna para aquella época como pueden ser el visor de diapositivas, las teleconferencias o una pantalla digital que marca la hora en el Pentágono.

Siete Días de Mayo, en síntesis es un filme que desborda inteligencia, es creíble y es apasionante. Es una estupenda película que reflexiona sobre la obsesión armamentística de los gobiernos y sobre los peligros del pensamiento extremista dentro de los cuerpos de seguridad de los estados.

El Juego de la Guerra
1966 | The War Game | Peter Watkins | BBC

Para mediados de los años 60, el director Peter Watkins había tenido mucho éxito filmando seudo documentales sobre hechos históricos. Pero hacía tiempo que tenía una gran obsesión: hacer un documental sobre la posibilidad de una guerra atómica, y estuvo suplicándole el visto bueno a los directivos de la BBC durante meses hasta que consiguió luz verde para el proyecto.

La BBC aún mantenía sus reservas –en 1954 quisieron hacer algo similar, pero desde el gobierno de Churchill le bajaron el pulgar-, pero quería tener material apropiado para estrenar en vísperas del vigésimo aniversario del lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima y Nagasaki. Entonces Watkins se despachó con El Juego de la Guerra –un documental que, por medio de una ficción, un posible ataque nuclear masivo a Inglaterra en la víspera del recrudecimiento de un conflicto ficticio en Alemania Oriental entre la OTAN y los soviéticos-, y la polémica se encendió.

El gobierno le quitó el apoyo a la BBC ni bien vieron el filme en una proyección privada armada por la emisora. La BBC dio marcha atrás, en parte por presión política y en parte cometiendo un acto de auto censura –consideró que la película era demasiado cruda para emitir por televisión. Watkins empezaría una larga y fuerte puja por liberar el filme, hasta conseguir su aprobación para estrenarlo en los cines. De allí en más, El Juego de la Guerra ganó numerosos premios, incluyendo el Oscar al documental del año.

La historia se cuenta al estilo de un programa de revista de noticias. Oscila entre un pseudo documental y una película dramática, con personajes que reconocen la presencia del equipo de cámara en algunos segmentos y otros (en particular, el ataque nuclear) filmados como si la cámara no estuviera presente. Cuenta con varias líneas diferentes que se alternan en todo, incluida una cronología de estilo documental de los principales eventos, con imágenes de reportajes de la guerra, los ataques nucleares y sus efectos en la población civil; breves entrevistas contemporáneas, en las que se entrevista a los transeúntes sobre lo que resulta ser su desconocimiento general de los problemas de la guerra nuclear; comentarios optimistas de figuras públicas que chocan con las otras imágenes de la película; y entrevistas ficticias con personajes clave a medida que avanza la guerra.

Por todo ello es que, El Juego de la Guerra termina resultando compulsivamente fascinante y estremecedora, dándonos un pantallazo de la espada de Damocles pendiente sobre Gran Bretaña durante la Guerra Fría. Y es una pieza de propaganda brillante.

Un Muchacho y su Perro, o también 2024: Apocalipsis Nuclear
1975 | A Boy and His Dog | L.Q. Jones | LQ/JAF

Cuatro años antes del estreno de Mad Max en 1979, una pequeña película de ciencia ficción, el film en cuestión, tomaba la misma premisa y ambiciones: Un futuro post apocalíptico, donde los restos que quedan de la humanidad sobreviven como pueden en las amplias llanuras del enorme desierto que supone ahora la tierra.

Hemos de tener en cuenta que en 1974 la Guerra fría aún estaba candente. Y si ha habido un género que se ha hecho eco de los efectos de un conflicto atómico ha sido la ciencia ficción. La película empieza haciendo referencia del desastre, en algo que los protagonistas del film comentan como la “4º Guerra Mundial”.

Las consecuencias atómicas nos llevan a una tierra desolada, donde el paraje desértico es el único predominante. La historia se desarrolla en una sucesión de eventos, sin necesidad de demasiados nexos para unirlos. Los pocos supervivientes a dicha catástrofe se refugian bajo tierra, salvo un grupo de valientes cazadores que pululan por el exterior buscando algo de alimentos y sexo.

Uno de los más jóvenes, Vic, un joven Don Johnson, (en uno de sus primeros trabajos en la pantalla), de tan solo dieciocho años, se hace acompañar de su perro Blood, con el que mantiene una relación bastante especial: puede comunicarse con él de forma telepática. Según el animal, perdió la capacidad de cazar en el momento que adquirió, la de hablar.

Aunque se oiga la voz del perro y la voz del chico mientras discuten, como si estuvieran hablando, hay algunos análisis de otros cinéfilos, que opinan que es en realidad el hombre el que se imagina las conversaciones con el perro, creando el diálogo suyo y el de su interlocutor: una consecuencia más de vivir solo y aislado de la gente.

Pero por cómo se ve en la película, parece que el perro pueda hablar, lo que visto así queda bastante ridículo. El animal razona de una forma mucho más racional que el grupo de personas enloquecidas que le rodean. Sus conversaciones con su compañero no tienen desperdicio, analizando sobre lo divino y humano.

La motivación del protagonista se divide por igual entre comer y tener sexo con mujeres, que en la superficie no lo tienen nada fácil. En esta “sociedad apocalíptica” parece que los hombres se dedican a cazarlas, agredirlas y luego violarlas, saciando así sus instintos sexuales. El mundo de la superficie no es todo lo que existe. También hay un grupo de personas que viven bajo tierra, y, por tanto, en una noche eterna. Estos humanos son más civilizados que los de arriba, pero tienen un problema de supervivencia: los hombres son estériles.

Para concluir decir que su escaso presupuesto y la mediocridad del director hacen que se la recuerde como una película de clase B. El guion entierra todas las aspiraciones a las que pudo pretender. Incluso el autor de la historia original, Harlan Ellison, la rechazó al verla. Tampoco acierta en cuanto a la profundidad de los personajes, ni a las interpretaciones, salvando el triángulo entre el hombre, la mujer y el can. En resumen, Un Muchacho y su Perro, o 2024: Apocalipsis Nuclear, es una película de ciencia ficción que surgió de la paranoia atómica, de la Guerra Fría, y que debemos… olvidar.

REFLEXIÓN FINAL
La Guerra Fría tuvo serias repercusiones en la industria del cine, afectando a las temáticas de los filmes y a distintos aspectos del negocio cinematográfico, lo que repercutió de una u otra forma en la sociedad. Prácticamente todos los géneros acusaron la influencia del conflicto bipolar, algunos de manera sutil y otros de manera clara y evidente. Estos últimos apenas obtuvieron éxitos de consideración en la taquilla estadounidense, al ser producciones de bajo coste y de factura antigua, y preferir el público otro tipo de cine más espectacular.

El PELADO Investiga

Fuentes consultadas:
revistacienciasunam.com/
hildyjohnson.es/
cuatrobastardos.com/
es.alphahistory.com/
hmong.es/wiki/
naranjasdehiroshima.com/
portalarlequin.com.ar/
neokunst.wordpress.com/
@nuclearvault

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