
¿Es una MALDICIÓN interpretar en el CINE a JESÚS?
Jesús en el cine no es en definitiva más que un reflejo del hombre. Visualmente por lo tanto, Jesús en el séptimo es la exaltación de la divinidad del hombre, y la proclamación de la humanidad de Dios.
No existen retratos ni indicaciones certeras acerca de su aspecto físico, pero paradójicamente todos tenemos en nuestra mente una imagen más o menos definida de él. Jesús de Nazaret no solo constituye el eje central del cristianismo, también forma parte de la cultura occidental, aquella que se ha dedicado durante siglos a darle forma a través del arte sacro. También a través de los fotogramas de una película o una serie de televisión. Y es que, a lo largo de la historia del séptimo arte, son muchos los actores que han prestado sus gestos a este icono bíblico y algunos interpretarlo ha sido una maldición.
Jeffrey Hunter
1961 | King of Kings | Nicholas Ray | Metro-Goldwyn-Mayer (MGM)
REY DE REYES

Rey de Reyes, fue un gran éxito de taquilla y sigue siendo uno de los papeles más recordados de Jeffrey Hunter. En una oportunidad expreso:
«Todavía recibo un promedio de 1.500 cartas al mes de personas que me vieron en esa película y compartieron conmigo la belleza y la inspiración que obtuve de ella. Hay algunas cosas que no se puede medir en dólares ¿cómo puede alguien poner un precio, incluso el precio a una carrera artística de un millón de dólares, interpretando el papel del Ser más grande que este mundo mortal haya conocido?»
La crítica alabó el estilo épico de la puesta y aseguró que Hunter sería recordado como uno de los mejores intérpretes de Jesucristo de la historia del cine. Parecía que este papel sería su obra consagratoria, pero no. Después de «Rey de Reyes» Hollywood comenzó a marginarlo. De pronto en su vida profesional y personal comenzaron a desencadenarse varios hechos que hacían creer en una verdadera maldición.
En 1969, filmando ¡Viva América! una explosión accidental en el set hizo que sufriera quemaduras en sus brazos y varios vidrios rotos le provocaron lastimaduras en su rostro. Semanas después, entrenando judo con un amigo, recibió un golpe en el mentón que no logró esquivar, cayó al suelo y se golpeó la cabeza contra una puerta. En el vuelo de regreso a los Estados Unidos, sufrió la paralización de su brazo derecho y perdió el habla. Le diagnosticaron un derrame cerebral y quedó en tratamiento. Fue dado de alta, pero al poco tiempo siguió quejándose de mareos y dolores de cabeza.
Se encontraba en su casa solo cuando sintió uno de esos mareos. Estaba en la escalera, perdió el equilibrio y cayó al suelo con tanta mala suerte que se fracturó el cráneo. Lo encontraron horas después, inconsciente, lo llevaron al hospital y durante la operación falleció, el 27 de mayo de 1969. Tenía 42 años.
Robert Powell
1977 | Jesus of Nazareth | Franco Zeffirelli | CCI Entertainment
JESÚS DE NAZARETH

En 1975, el papa Paulo VI notó el éxito de «Moisés» y «Los Hechos de los Apóstoles», dos programas religiosos emitidos por la televisión italiana y les propuso a las autoridades filmar la vida de Jesús. Los productores se entusiasmaron con la idea y buscaron a Franco Zeffirelli, conocido y reconocido en todo el mundo por sus recreaciones históricas rigurosas y un declarado católico.
Zeffirelli se largó a buscar a su protagonista. No era fácil. Debía hablar inglés, porque la historia se rodaría en ese idioma y no había presupuesto para doblarlo. Además no tener menos de 30 años pero tampoco más de 35. La primer opción fue Dustin Hoffman y se barajó el nombre de Al Pacino, pero sus rostros ya eran bastante conocidos. El director viajó a Inglaterra a ver distintas obras. Se topó con Robert Powell y lo convocó para interpretar a Judas.
Después de la prueba, Zeffirelli quedó impactado por los ojos del actor y le pidió que audicionara para Jesús porque “Si Judas tiene esos ojos, qué ojos tendrá Jesús”. Pidió que lo vistieran y maquillaran con las ropas que usaría el Nazareno. El resultado fue sorprendente. El inglés no solo cumplía su rol con actitud, también irradiaba un magnetismo que enmudecía a todos.
Peripecias de Robert Powell en el papel de Jesús
Zeffirelli pensó que si durante las tomas mantenía sus ojos abiertos lograría parecerse más al Mesías, por lo que lo obligó a filmar sin pestañar. En los casi 400 minutos que dura la película solo pestañea una vez y es en la cruz.
En todos lados era reconocido como Jesús pero esto sólo acentuó el síndrome mesiánico (de creerse Dios) que sufría, fue a terapia psiquiátrica por años y al final ya no quiso ser más actor.
Jamás volvió a usar barba y mucho menos el pelo largo porque la gente lo perseguía y hasta le pedía milagros como si fuera el mismo Cristo.
Bajó 5 kilos en menos de un mes con una dieta muy estricta de avellanas y agua.
El actor creó un método de actuación con el que podía durar 7 minutos sin parpadear y a sus 33 años, este fue el papel que le arruinó la vida.
Esos tiempos fueron lo peor ya que nadie contrataba al actor que interpretó a “Jesús”, el papel se convirtió en una sombra que arruinó su vida laboral y la falta de empleo también destruyó su matrimonio.
La composición de Robert Powell y la dirección de Zeffirelli lograron impactar de tal manera que inmediatamente el rostro de Jesús de la película, se reprodujo en millones de estampas religiosas. Todavía hoy pueden encontrarse en algunas santerías y en internet millares de imágenes de ellas.
Aunque los historiadores aseguran que el Cristo histórico era un hombre moreno, de contextura algo robusta, cabello corto y barba frondosa, en Occidente, siempre se lo representó con pelo largo, algo de barba, mirada clara y tez blanca.
Pero después de 1977, se le sumaron otras características, el pelo ondulado, una delgadez llamativa y los ojos azules. En suma, las características del actor que lo interpretó en Jesús de Nazaret: Robert Powell.
Jim Caviezel
2004 | The Passion of the Christ | Mel Gibson | Newmarket, Icon Productions
LA PASIÓN DE CRISTO

Después de encarnar a Jesús de Nazaret. Dirigido por Mel Gibson logró plasmar en pantalla la vida, muerte y resurrección de Cristo. Para conseguirlo superó pruebas físicas, inconvenientes en el rodaje y hasta sucesos místicos. La historia de Jesús no era desconocida para él actor. Creció en una familia católica donde la religión formaba parte de lo cotidiano. Una lesión en el pie le impidió su sueño de jugar en la NBA, pero su altura de casi un metro noventa, sus ojos claros y porte envidiable le abrieron las puertas del modelaje y la actuación.
Despacio pero seguro, transitaba por la ruta del éxito cuando recibió el llamado de Mel Gibson convocándolo para un nuevo proyecto. Acudió a la cita con la certeza de que lo llamaban para protagonizar una historia increíble. La propuesta era muy diferente: sería Jesucristo. El protagonista de Arma Mortal, convencido creyente cristiano, quería llevar a la pantalla la vida de Jesús pero no desde su nacimiento sino solo su agonía y resurrección, lo que en el ámbito religioso se conoce como la Pasión de Cristo. Su idea era rodar una película realista y por eso se filmaría en latín, hebreo y arameo, las lenguas de esa época. Caviezel lo escuchó con atención. La historia se contaba según los textos evangélicos, pero se agregaban las visiones de la beata Ana Emmerick, una religiosa y mística alemana del siglo 19.
Gibson le advirtió que el personaje sería muy difícil y que de aceptarlo, de interpretar a Jesús de Nazaret, podría ser maginado en Hollywood. Caviezel pidió un día para pensarlo. Veinticuatro horas después su respuesta fue: “Creo que tenemos que hacerlo, aunque sea difícil”

El actor hizo las valijas y partió. La película se grabaría en Italia y en invierno. Antes de comenzar el rodaje, el actor tuvo una audiencia con el entonces papa Juan Pablo II, quien lo bendijo. Todavía no lo sabía, pero para lo que se venía precisaría la ayuda de la fe, según los creyentes, o un increíble temple, según los agnósticos. Lo que comenzó como un interesante desafío se convirtió en un verdadero reto profesional.
Peripecias de Jim Caviezel en el papel de Jesús
Su maquillaje implicaba ocho horas de tarea.
Lo citaban a las dos de la madrugada para lograr terminar a las 10 y comenzar a filmar.
La grabación se interrumpía para “retocarlo” y si por mal tiempo se suspendían debía dormir maquillado.
Los productos eran especiales y resistentes, solo se quitaban en una ducha larga y furiosa con agua muy caliente.
Ni duchas ni desmaquillantes fueron eficaces y su piel se comenzó a cubrir de ampollas que ante el mínimo roce con ropa o sábanas le provocaban fuertes dolores que le impedían dormir o mínimamente descansar.
Para la toma del camino al calvario cargó una cruz de 70 kilos. El peso era tanto que le dislocó el hombro, situación que quedó registrada para la pantalla.
En su afán de realismo, el director lo colgó de la cruz.
Durante 15 días permaneció varias horas suspendido en lo alto. En pleno invierno, con temperaturas bajísimas y apenas cubierto con un taparrabos, sufrió ataques de hipotermia, sus músculos temblaban de un modo tan violento que decidieron acercarle tres calentadores. Funcionaban bien con viento pero si el clima se calmaba podían quemarle las piernas.
Al querer comer algo, no podía hacerlo ya que al ingerir bocado le provocaban náuseas. El frío le congelaba los labios y los asistentes le pasaban paños calientes para que pudiera balbucear alguna palabra. Ni paños ni calentadores alcanzaron, y terminó con un ataque de neumonía.
En una de las jornadas y con un viento fuertísimo, uno de los soportes de la cruz cedió y magulló aún más su hombro.
En otra de las jornadas comenzó una tormenta y sufrió una descarga eléctrica que quemó parte de su pelo aunque sin mayores consecuencias.
Al recrear la flagelación y proteger al protagonista se le coloco sobre la espalda una placa de metal, pero al golpear uno de los actores calculó mal y le desgarró la piel. El incidente parecía olvidado pero unos días después, otro actor equivocó el golpe y le dio en la espalda lastimada. Cuando se acercaron a asistirlo notaron que en su espalda se le había abierto una herida de 30 centímetros. Se decidió que los actores soldados usaron solo los mangos de madera; los látigos se tuvieron que añadir en edición digitalmente.
Caviezel declaro que: “No quiero que la gente me vea a mí. Solo quiero que vean a Jesús. Y, a través de eso, las conversiones ocurrirán”. Polémico o no, desde su papel de Jesús, el nombre de Caviezel no volvió a figurar en las carteleras. Pasó desapercibido en el thriller psicológico «Mentes en blanco» y en «Déjà vu». Pudo haber sido el Superman de «Superman Returns», pero el director lo rechazó porque creía que la gente lo acabaría identificando con Jesús. Sabe que su figura ya no genera pasión y mucho menos buenos contratos en Hollywood. “Es parte de la cruz que uno acepta al creer en Él. Todos tenemos el deseo de ser queridos, pero deberíamos pedirle a Dios el deseo de la humildad”.

(Durante el rodaje de “La Pasión de Cristo”, el actor que interpretó a Barrabás se convirtió al cristianismo. Su libro: “Barrabás a Jesús” Convertido por una mirada, Pietro Sarubbi)
Reflexión Final
¿Es una maldición interpretar en el cine a Jesús? ¡No! Jesús en el cine no es en definitiva más que un reflejo del hombre. Visualmente por lo tanto, Jesús en el séptimo es la exaltación de la divinidad del hombre, y la proclamación de la humanidad de Dios. Y las películas cristianas no son sino una excusa para la evangelización, y no una expresión del cine como arte. Para conocer a Cristo tenemos que ir todavía a su Evangelio. Es la única fuente histórica, pero también la única Palabra que da vida, y vida en abundancia.
El PELADO Investiga
Fuentes consultadas
https://www.diariolibre.com/
https://www.pressreader.com/
https://www.eluniversal.com.mx/
https://www.mendozapost.com/
https://www.eldinamo.cl/
https://www.magzter.com/
https://www.lavanguardia.com/