¿Gobernar SOMETIENDO a la sociedad REPRIMIENDO la INTELIGENCIA?

La Vida Futura es una película profundamente humanista, y reitera constantemente la capacidad de las personas para recuperarse y avanzar, más allá de sus errores. A pesar de los conflictos bélicos, las armas mortíferas, el matonismo político, la intolerancia y el miedo, el deseo de ir adelante y desentrañar los misterios de la existencia permanece.

La Segunda Guerra Mundial todavía no ha estallado, pero está en el ambiente. Cuando lo haga, los futurólogos no lo preverán y romperá con las expectativas de todos los ciudadanos, trayendo una de las formas más retorcida y malignas de gobierno, la dictadura. La gente vive en el subsuelo y los científicos quieren explorar el espacio.

H.G. Wells abandonó casi por completo la ciencia ficción propiamente dicha. Ya había escrito las novelas por las que pasaría a la historia y a partir de ese momento se centró en ficción realista intentando establecerse una reputación de autor serio. Empezó a escribir ensayos en los que predecía el curso futuro de la historia y proponía formas de mejorar el mundo basándose en el progreso científico. En los años veinte y treinta su fama le llevó a viajar por todo el mundo, dando conferencias y entrevistándose incluso con líderes políticos extranjeros con los que debatía sobre sus ideas globalizadoras

La Primera Guerra Mundial transformó completamente el panorama intelectual europeo y Wells no fue una excepción. Inicialmente había apoyado la guerra en la esperanza de que ésta actuaria como catalizador del cambio social que tan ardientemente deseaba. Pero no tardó en desencantarse. Un tono pacifista y desilusionado invadió su trabajo y aunque siguió escribiendo ciencia ficción hasta su muerte en 1946, la intencionalidad ideológica de sus libros se superponía al simple deseo de narrar una historia.

En este contexto se encuadra La Vida Futura (1933), un texto factual y árido en el que se narraba la evolución de la humanidad en las décadas por venir. El trasfondo social que Wells solía incorporar a sus novelas (las consecuencias del capitalismo en “La Máquina del Tiempo”, el colonialismo en “La Guerra de los Mundos”) ha sido normalmente despreciado por los guionistas y directores de cine a la hora de realizar las correspondientes adaptaciones, prefiriendo centrarse en el suspenso y la acción.

PRIMERA PARTE: 1940
El futuro cuando se estrenó el filme (1936, 1933 la novela) en la ficticia urbe de “Everytown”. La amenaza de una guerra en Europa parece no empañar las fiestas navideñas, más allá de los amenazadores avisos de los periódicos y la propaganda, los habitantes de la ciudad ultiman sus compras, van a los espectáculos, los vendedores se afanan en vender su mercadería, hay villancicos… no parece que vaya a pasar algo, más allá de soportar a un pariente pesado en la cena, o soportar un berrinche por un mal regalo.

Pero mientras John Cabal, disfruta de la fiesta con su familia e invitados, aunque sin dejar de sentirse inquieto por la situación, ve sus temores confirmados cuando reciben la noticia del inicio de la guerra. Le movilizan, y el ejército toma el control: se acabó la estampa navideña, llegan el armamento y la soldadesca, los ataques aéreos y el miedo. Everytown queda devastada tras un bombardeo, y entre las ruinas reposan los cadáveres, y caminan cojeando los heridos.

Cabal es ahora un aviador, y en pleno combate derriba un biplano enemigo. Aterriza, y sin dudarlo intenta salvar a su tripulante herido. Pero una nube de gas tóxico se acerca, y el piloto herido renuncia a su máscara para dársela a una niña, y que pueda huir con John. Mientras ve su final acercándose, reflexiona amargamente sobre el absurdo de la guerra, de cómo había matado a tanta gente con el gas y, al mismo tiempo, había aceptado morir por su propia arma con tal de salvar a quien, en principio, tenía coartada moral para asesinar.

Pasan los años, y las décadas, el conflicto se recrudece. Las ciudades son cementerios, el mundo un gigantesco páramo. El enemigo usa una última arma la “Enfermedad Errante”, que termina por matar a millones de personas, y sumir aún más en las tinieblas a los supervivientes de la catástrofe. La civilización queda completamente arrasada.

SEGUNDA PARTE: 1970
Los remanentes de la antigua población de Everytown viven en la miseria, con el constante miedo a la plaga. Los intentos del doctor Edward Harding y su hija por hallar una cura son inútiles. Poco a poco, va surgiendo una sociedad entre los edificios demolidos de la ciudad, dominada por Rudolf, ahora llamado “El Patrón o El Jefe”. Desde su puesto de caudillo local, sueña con tener sus aviones operativos (los que sobrevivieron a la Gran Guerra) para sus fantasías expansionistas. Pero un individuo aparece en un aeroplano funcional, que se resulta ser un John Cabal envejecido, asegurando ser el representante de un gobierno de mecánicos e ingenieros (“Alas sobre el Mundo”), dispuestos a crear una civilización basada en la razón y la ciencia.

Cabal es detenido, y luego obligado por Rudolf (“El Patrón o El Jefe”) a reparar aviones con el mecánico Richard Gordon y el doctor Harding. Pero consiguen ponerse en contacto con el gobierno de “Alas sobre el Mundo”, quien pone fin al pequeño reino de Rudolf mediante el “Gas de la Paz”, una sustancia somnífera. Finaliza con una proclama del mismo Cabal, llamando a terminar con la barbarie y los resquicios de militarismo y vandalismo, así como usar la ciencia y la tecnología para aprovechar los recursos naturales y crear un mundo mejor.

TERCERA PARTE: 2036
Las promesas no cayeron en saco roto, y la humanidad ha alcanzado cotas de progreso impresionantes. Ciudades limpias y tecnológicamente avanzadas, dotadas de toda clase de comodidades. Un consejo de tecnócratas, presidido por un descendiente de John Cabal, dirige los destinos de la urbe al tiempo que preparan un ambicioso experimento: un cañón que envíe a una pareja de astronautas hacia la Luna.

No todos están contentos con la situación, y se forma un grupo de descontentos alrededor del elocuente Theotocopulos, quien reclama un alto en el avance, y desea que la sociedad se centre más en la búsqueda de la felicidad que en lo que dicten los científicos. Inspira una suerte de “contrarrevolución”, alimentada por el deseo de tranquilidad.

El descontento se transmuta en turba enfurecida, dispuesta a arrasar con el cañón. Pero es demasiado tarde, ya que los astronautas Maurice Passworthy y Catherine Cabal (consiguen embarcar, y despegar). Mientras contemplan el firmamento, los padres de ambos conversan sobre el porvenir de la especie, chocando sus propios caracteres. “El hombre no tiene reposo, y debe continuar, conquista tras conquista. Primero este planeta con sus vientos y olas, y todas las leyes de la materia que lo limitan; luego, los demás planetas; y por fin, hacia la gran inmensidad, hacia las estrellas”

REFLEXIÓN FINAL

La Vida Futura refleja con fidelidad el pensamiento combativo de Wells: primero protesta contra la futilidad de la guerra, luego muestra su desprecio por la estrechez de miras y el egoísmo de las clases medias al tiempo que eleva a los científicos a la élite intelectual; el último tercio de la película nos muestra una de sus utopías ideales, un régimen limpio y perfecto dirigido por una élite de sabios que barrería la basura dejada por los imperios coloniales de su época.

La Vida Futura es una película profundamente humanista, y reitera constantemente la capacidad de las personas para recuperarse y avanzar, más allá de sus errores. A pesar de los conflictos bélicos, las armas mortíferas, el matonismo político, la intolerancia y el miedo, el deseo de ir adelante y desentrañar los misterios de la existencia permanece.

Y, por último, porque las ideas de fondo que plantea son interesantes para un debate: desde la conveniencia o no de un gobierno global por encima de las soberanías locales, el sentido o siquiera la viabilidad de un progreso sin fin, o el atractivo de una sociedad higienizada y homogénea. Ciertamente, esos temas son expuestos de una forma burda, maniquea, fría y sin matices.

El PELADO Investiga

Fuente consultadas:
cualia.es/
macguffin007.com/
espinof.com/
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