🎥 El cine de los 50 y 60, marco un ANTES y un DESPUÉS en el USO de las BOMBAS ATÓMICAS

La presencia con la que estos temas pueblan la ciencia ficción de los años cincuenta y sesenta es tan evidente que resulta casi vergonzoso apuntar la relación del género con la bomba atómica, así como con la creciente paranoia anticomunista, las nuevas ansiedades en torno a los peligros de la radiación y todo tipo de tensiones y dificultades sociales nacidas bajo el estandarte de la modernización de la sociedad y el auge de los medios de comunicación de masas, así como el ensanchamiento del mercado de consumo.

Tanto el origen del ser humano como el destino que éste correrá es algo que ha despertado una enorme curiosidad en el campo artístico del hombre. Como la historia demuestra realmente lo que somos —el peor ser viviente del planeta— en campos como los del cine se ha especulado sobre el futuro de la humanidad, y bajo la primordial intención de hacer entretener al espectador con una historia de ciencia ficción casi siempre se vertía una mirada crítica hacia el comportamiento del ser humano con advertencia incluida.

1952 | Invasion USA
Como sugiere su título, representa una invasión ficticia de los Estados Unidos por una nación sin nombre pero claramente destinado a sugerir la Unión Soviética. Comienza con transmisiones de noticias que describen vuelos enemigos sobre territorio estadounidense y el aumento de la actividad comunista en Europa.

Los personajes principales se encuentran en un bar de Nueva York y entablan un debate informal sobre política y tensiones globales. Se oponen al comunismo pero no les gusta pagar impuestos.

La invasión comienza en Alaska. Los paracaidistas enemigos aterrizan y capturan aeropuertos civiles, mientras que las bases militares y los astilleros son atacados con armas nucleares. El presidente estadounidense condena los ataques, calificándolos de «otro día de infamia», y despliega bombarderos para tomar represalias contra objetivos enemigos. Mientras tanto, las fuerzas terrestres enemigas lanzan una invasión a gran escala del noreste de Estados Unidos.

Las escenas de batalla y los ataques nucleares se muestran a través de imágenes de archivo, anunciadas por los lectores de noticias y discutidas por los personajes del bar. Si viéramos Invasión USA en la actualidad, parece un film paranoico y bizarro, por no mencionar que está mal escrito y actuado. Pero en 1952, con los americanos en las garras febriles del Macartismo. La película logro su objetivo tocó la fibra sensible de los espectadores, especialmente de los más jóvenes.

Su mensaje es muy claro: Estados Unidos debe aumentar sus gastos de defensa o someterse a una invasión. Los senadores estadounidenses que votaron en contra de los aumentos de defensa son asesinados hacia el final de la película. Invasión USA se realizó, como era de esperar, con la cooperación del ejército estadounidense, que proporcionó la gran cantidad de material de archivo del film.

Sigue siendo uno de los primeros y más histéricos ejemplos de propaganda de invasión de la Guerra Fría. En un nivel filosófico, Invasión USA, nos muestra cómo el gobierno alienta a los ciudadanos a subordinar sus necesidades y deseos individuales a los del estado para combatir el comunismo.

1961 | El Día que la Tierra se Incendió | The Day The Earth Caught Fire
Es un modesto proyecto del conocido director de Sci-Fi Val Guest. Intentó tentar a varios estudios para financiar el film, pero terminaría por producirlo con sus propios fondos. El resultado es una película correcta, con la suficiente solidez dramática como para resultar destacable. Mientras que en la década del cincuenta la ciencia ficción era material propio de la serie B, en los sesenta comenzaron a aproximarse directores de carrera para dar su punto de vista del género. Estos tenían que ver con tejer teorías sobre situaciones reales, la guerra fría, el poder del átomo desatado, dejando de lado todo tipo de connotación fantástica, pensemos en invasiones extraterrestres, que eran tan populares en el rubro.

Esta corriente de ciencia ficción analítica, escenarios apocalípticos de la era atómica, comenzaría en 1959 con La Hora Final (ya he realizado un análisis en el segundo video de este ciclo de películas atómicas)

El Día que la Tierra se Incendió es un film moroso en su aspecto dramático. Sin dudas la intención de su director es alejarse de los excesos del género. Dos líneas narrativas se entrelazan e la película. Por un lado tenemos toda la investigación periodística que se produce alrededor de las posibles consecuencias de pruebas atómicas y por el otro la relación amorosa entre el personaje central.

La trama, un poco loca nos narra que: simultáneamente los norteamericanos hicieron pruebas atómicas en el polo sur mientras que los soviéticos hicieron lo mismo en el norte, y por eso sacan al planeta Tierra de su órbita, y la solución aportada tampoco es muy creíble, volver a corregirla mediante nuevas explosiones nucleares…

La idea de la Tierra chocando contra otro planeta ya fue explorada en la mítica “Cuando los mundos chocan” (que ya le dedicaremos un lugar en este ciclo), pero en aquella, el argumento era aún más loco que la que nos ocupa y se mostraba todo desde un prisma más espectacular. En El Día que la Tierra se Incendió, la historia adopta un tono casi de documental.

Especialmente cuando los estragos del desplazamiento planetario comienzan a sentirse, ciclones que afectan Londres; furiosas oleadas de calor que azotan la ciudad; repentinos bancos de niebla que dejan a Londres completamente a ciegas, y los efectos secundarios, racionamiento de agua y energía; incendios espontáneos por todos lados.

Es un cuadro de desastre que está efectivamente manejado por su director de manera muy económica, con pocos efectos especiales y mucho material de archivo. Es un film correcto pero sin demasiado carisma. El final queda abierto, con los trabajadores sobrevivientes del diario esperando imprimir cualquiera de los dos titulares: “la Tierra se salva” o “la Tierra está condenada”. Para tratarse de una película sobre el fin del mundo le falto intensidad. Sin tener intención de hacer spoiler si alguno de ustedes no la vio, les dejo dos preguntas para que debatan en familia luego de ver este clásico del Sci-Fi: ¿Podrán corregir la órbita de la Tierra y salvar a nuestro mundo esas explosiones atómicas provocadas? ¿Habrá esperanza para la humanidad?

1964 | Punto Límite | Fail Safe
Estrenada en uno de los momentos más tensos de la Guerra Fría entre EE.UU. y la URSS, con la crisis de los misiles cubanos aún reciente, Punto Límite es uno de los films más críticos con la situación política de la época poniendo en relieve la tensión que se respiraba en ese período.

Pese a ser un film basado enteramente en el diálogo situado prácticamente en todo momento en escenarios interiores, el trabajo de dirección de su director Sidney Lumet es asombroso y digno de elogio, consigue no sólo que no sea aburrido y que tenga dinamismo, sino crear una atmósfera tan asfixiante que llega a ser casi opresiva. Los actores resultan muy realistas al mantener esa actitud tan fría que exige la diplomacia al mismo tiempo que dejan entrever sus nervios contenidos y sus dudas sobre cómo actuar, destacando un sólido Henry Fonda como presidente de los Estados Unidos.

La excelente fotografía en blanco y negro da forma visual a esos escenarios tan opresivos y claustrofóbicos: bunkers, habitaciones y el interior de los aviones en que los personajes prácticamente se encuentran atrapados. Por otro lado, la acertada decisión de no utilizar música en ningún momento acentúa el tono realista y serio de la película, casi como si se tratara de un documental.

El momento culminante, en que todos los implicados están atentos a una señal: si la línea telefónica del embajador norteamericano en Moscú repentinamente se corta y se oye un zumbido, significará que la ciudad ha sido destruida por los bombarderos. El instante en que repentinamente se escucha ese zumbido es aterrador, ese sonido frío y penetrante que significa la destrucción de Moscú y, por tanto, de Nueva York. Tal es así que los créditos finales van acompañados de ese sonido casi a modo de advertencia.

En su momento la película no tuvo mucho éxito ni tampoco ha sido especialmente recordada pese a ser de las mejores obras de Sidney Lumet, en gran parte debido a que el éxito de la irónica “Dr. Strangelove: o cómo aprendí a dejar de preocuparme y amar la bomba”, eclipsó totalmente a ésta, que era la versión seria de la sátira de Kubrick. Las obvias similitudes entre ambas obras provocaron que muchos no se tomaran del todo en serio Punto Límite, pero en mi opinión son dos grandes obras que se complementan entre sí más que excluirse.

1964 | Dr. Strangelove: o cómo aprendí a dejar de preocuparme y amar la bomba | Dr. Strangelove: or How I Learned To Stop Worrying and Love the Bomb
De entrada, clasificar la película en un género determinado ya plantea un serio dilema ¿Es una película bélica? Sí, sin lugar a dudas. ¿Tiene elementos de thriller? También. ¿Suspenso? Hasta el último minuto ¿Puede calificarse de drama? Sería un poco forzado, pero trata sobre un apocalipsis nuclear, así que no es para tomársela a risa. Pero cuando uno ve la película, el veredicto es claro: es una comedia negra o una sátira sensacional, lo que ustedes prefieran.

Cuenta con excelentes actores de reparto, entre ellos George C. Scott y sobre todo, la participación del genio entre los genios, del más grande entre los grandes: Peter Sellers, donde en esta película interpreta magistralmente hasta tres personajes distintos (Dr. Strangelove, asesor (ex nazi) del presidente; Capitán de aviación de la Royal Air Force, Lionel Mandrake; Presidente de los Estados Unidos, Merkin Muffley).

Aquellos de ustedes que todavía no lo conozcan, no se lo pierdan bajo ningún concepto. Aún así, hay gente que sostiene que esta película es la obra más pesimista de Kubrick. Y no les falta razón. Pero la contrarréplica no es nada desdeñable: es la única ocasión en toda su filmografía en que su director nos hace reír, y de qué manera.

A raíz de su estreno se produjo un hecho que llama poderosamente la atención: Kubrick describió con tanta maestría los protocolos de ataque y defensa nuclear que tanto la Unión Soviética como los Estados Unidos se vieron obligados a revisarlos y modificarlos. Por primera vez alguien dejó patente que cualquier loco podía desencadenar el Apocalipsis con un simple imprevisto.

El tema de la Guerra Fría fue una pesadilla constante en la mente de los norteamericanos hasta la caída del muro de Berlín. Pensemos que a mitad de los sesenta, aún las aguas se encontraban turbias por la crisis de los misiles cubanos de Octubre de 1962; que es el auge de la “familia nuclear”, donde todos los hogares estadounidenses poseían refugios atómicos.

La ciencia ficción se nutrió con abundancia de estos temores, desde el bizarro Godzilla hasta obras más serias como La Hora Final o Punto Límite, film este último que toca el mismo tema de la película en cuestión desde una óptica dramática. Comentario aparte, es interesante observar que la dualidad de “Punto Límite y Dr. Strangelove…” es uno de los casos más extraños de la historia del cine, que sólo se ha repetido en los últimos tiempos, sobre otro tema, como una posible invasión alienígena con “Día de la Independencia y Marte Ataca”; historias similares desde puntos de vista diferentes y rodados con escasa diferencia de tiempo.

Lo interesante de ambos filmes es que demuestran la fragilidad de la estructura de defensa nuclear de Norteamérica, un error de comunicación, un apresuramiento, o un loco, como en este caso, pueden desatar el holocausto. Pero mientras que Punto Límite se centra en el dramatismo y los cargos de conciencia de los hombres a cargo de la seguridad nacional americana, Dr. Strangelove… se regodea con lo absurdo de la guerra nuclear.

Es un film implosivo, delirante, donde todos los personajes se encuentran en estado de histerismo contenido, especialmente las tomas en el salón de guerra, y que posa una mirada despiadada sobre los personajitos que ilustra. Pero todo resulta ser demasiado cínico como para ser gracioso.

Es una comedia muy inteligente, pero no es una película que haga reír. Lo triste del tema es que muchos personajes que deambulan en el film deben ser ciertos, y eso impide la carcajada. Ciertamente hay escenas que uno disfruta más que otras, como por ejemplo: la caída de la bomba con el Mayor Kong cabalgándola como si fuera en un rodeo, momentos icónicos que ya pertenecen a los anales del cine.

REFLEXIÓN FINAL

La presencia con la que estos temas pueblan la ciencia ficción de los años cincuenta y sesenta es tan evidente que resulta casi vergonzoso apuntar la relación del género con la bomba atómica, así como con la creciente paranoia anticomunista, las nuevas ansiedades en torno a los peligros de la radiación y todo tipo de tensiones y dificultades sociales nacidas bajo el estandarte de la modernización de la sociedad y el auge de los medios de comunicación de masas, así como el ensanchamiento del mercado de consumo.

Es importante destacar que son los EE.UU., uno de los países más afectados por la paranoia nuclear y uno de los dos nuevos protagonistas de la Guerra Fría, donde la ciencia ficción estallaría en popularidad. En los años cuarenta (si hacemos memoria) se habían producido en torno a cincuenta películas de ciencia ficción en todo el mundo. En los cincuenta, se produjeron 150 películas de ese género tan solo en los Estados Unidos, lo que representa siete de cada diez producciones de todo el planeta.

La preponderancia estadounidense durante esta primera era de oro del género marcaría para siempre el liderazgo que ha tenido este país en marcar su tono y dirección desde entonces.

El PELADO Investiga

Fuentes:
elpelado.com.ar
wikipedia.org
scifiworld.es/
espinof.com
filmaffinity.com/es/
todosobremicinebelico.blogspot.com/
vadevagos.blogspot.com/
desayunoconfotones.org/
trendesombras.es/
moonmagazine.info/
cinemagavia.es/
cinemasaturno.com/
simulacromag.com/
hmong.es/
labrujulaverde.com/
elgabinetedeldoctormabuse.com

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