🎥 ¿PELÍCULAS de CULTO? ¿Cine NEGRO? ¿Cine CATÁSTROFE? ¿La era ATÓMICA beneficio al cine?

La distensión mundial tras la caída del muro de Berlín y los citados avances genéticos hicieron que el cine no considerase prioritario el pánico nuclear como un tema principal. En cualquier caso, podemos recordar esa frase Einstein: «No sé cómo será la tercera guerra mundial, sólo sé que la cuarta será con piedras y lanzas». Si el holocausto atómico alguna vez se consuma, el cine posterior contará como se caza y se pesca para sobrevivir.

Esta tenebrosa ciencia nació con la bomba de Hiroshima y ahí se ha quedado. El caso es que el cine pronto vio el potencial de esta nueva y apocalíptica energía. Como otras veces manejó la posible espectacularidad de las explosiones atómicas, con su hongo como siniestra imagen de marca, junto con el miedo del público, en una especie de catarsis colectiva.

1947 | ¿Principio o Fin? | The Beginning or the End
Nos encontramos con un sorprendente docu-drama protagonizado por la bomba atómica: su invención, su desarrollo y los estragos que ha causado a la Humanidad. El primer detalle que nos revela lo insólito de la película, es su propia condición como relato de la carrera atómica norteamericana, destinada a ser contemplada por los habitantes de la tierra dentro de cinco siglos… si todavía estos siguieran existiendo.

La secuencia de apertura se iniciará con una panorámica descendente sobre un árbol de extraordinarias proporciones, deteniéndose en una capsula conmemorativa introducida dentro de un receptáculo, creado para ubicar esa película que relatara el proceso de la obtención de la energía atómica, mientras en Alemania los nazis pretendían similar objetivo.

La secuencia servirá para presentarnos a los protagonistas del proceso, que posteriormente iremos identificando en el devenir de la filmación. Una vez introducida en el recinto que se cubrirá con una placa conmemorativa, se iniciará la que en realidad será la película.

A partir de ese momento, con una combinación en la narración de hechos y situaciones, utilizando para ello elementos del cine de intriga y crónica bélica, se describirá ese proceso por el cual, a partir de los deseos de Roosevelt, los Estados Unidos se encaminaron en una carrera atómica de trágico y buscado desenlace, que su sucesor Truman –a quien curiosamente solo de mostrará de espaldas y entre sombras, probablemente queriendo evitar su personalización, al ser el mandatario en activo, en el momento de realización del film- decidió finalmente el lanzamiento de la primera bomba atómica, cara lo que en teoría sería una conclusión más próxima de la lucha mantenida con el ejército japonés, evitando con ello la supuesta pérdida de miles de víctimas del ejército americano.

Veremos los consejos de Albert Einstein a la hora de facilitar el indicio de esa carrera para adelantar la escalada nazi. Las dudas de Roosevelt a la hora de dar las órdenes oportunas para llevar a cabo el proyecto en secreto. Las instrucciones militares, la disposición de las grandes empresas del país, las pruebas…, el dantesco espectáculo del disparo de la propia bomba desde el avión Enola Gay, minutos después de celebrarse un fantasmagórico oficio religioso matinal, dominado por velones que anticipan el alcance fúnebre de su objetivo.

Sin embargo, como sucede tantas ocasiones en el cine, hay que saber separar la paja del trigo, y sin encontrarnos ante un título especialmente memorable, más allá de su propia singularidad como tal propuesta, esconde entre el engolamiento y el convencionalismo de sus momentos más olvidables, oportunas pepitas de buen cine, que viéndolo en la actualidad hace reflexionar sobre la evolución del hombre y su involución por destruirse.

1950 | Ultimátum | Seven Days to Noon
De presupuesto y reparto modesto, esta película partía de una premisa clara: el armamento nuclear debe desaparecer. Un científico roba una bomba y amenaza con hacerla estallar en pleno Londres en una semana si antes el Primer Ministro no asegura en público que el país dejará de fabricar dicho armamento.

Muchos esperaban más de la película, sobretodo en el aspecto psicológico de la temática. La premisa es sugerente y atractiva para captar la atención del espectador e incluso ese momento donde el científico pasa de ser el hombre más buscado pero que no conocemos a ser el protagonista principal claro de la película le da un toque bastante interesante.

Ultimátum, tiene el mérito de haber sido quien puso las piezas en el tablero. Pionera en ese cine catastrofista del que tanto bebería la Sci-fi de los 50 o las películas de la Guerra Fría Made in USA de los 60. En ellas sí que los militares o los políticos tenían mucho más protagonismo que en esta primera muesca en tan particular subgénero. Y pese a ello, resultan interesantes algunos momentos de la trama, como cuando el protagonista escucha al Presidente en la radio… desde un Museo de Historia Natural. Los esqueletos de un dinosaurio ocultan al loco científico, en un claro mensaje de extinción (la de la humanidad, de seguir por ese camino).

Los carteles con su rostro acto seguido, empapelando medio Londres, añaden otro punto de interés a la intriga y al suspenso de la producción. Tenemos, a los militares por un lado con una operación de captura a la que se le da muy poco protagonismo (casi inexistente), y eso que en la escena final, con esos camiones pasando como si fueran (o vinieran) de la guerra, con esa mujer atravesando el puente en un Londres amenazado por una bomba, bien merece la pena.

Es una pena que el film opte por el rumbo de presentarnos a un personaje que no acabamos de comprender, cuál es su auténtica motivación más allá de la locura, dejando muy de lado a los que hubieran sujetado de manera más eficaz e interesante la producción. El mensaje, finalmente, acaba diluido. Porque pese a que deja claro sobre la mesa el tema de la bomba nuclear y su peligro de una humanidad camino de la extinción, acaba convirtiéndose en una mera excusa para una película pasable. Si me deja muy claro que el protagonista es uno de los terroristas más equilibrados de la historia del cine.

1955 | Crónica de un Ser Vivo | Ikimono no Kiroku
Poco después de terminada la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) Kiiji Nakajima, un anciano atemorizado por las consecuencias del bombardeo de Hiroshima y Nagasaki, vive obsesionado con la idea de construir un refugio antiatómico. Sin embargo, cuando algún tiempo después se plantea emigrar con su familia a Brasil para evitar la amenaza nuclear, su decisión tropieza con la incomprensión de todos los que lo rodean.

Crónica de un ser vivo es una película que trata del miedo a la radiación, al apocalipsis atómico, desde una perspectiva poco habitual, la de la angustia por lo que ha de suceder pero aún no ha sucedido. Hay que tener presente que los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki habían tenido lugar hacía tan sólo 10 años y que los hibakusha, como se denominaba a los supervivientes, vivían ocultando su condición en una sociedad que los estigmatizaba. Nadie quería casarse con ellos e incluso se les negaba el trabajo.

El protagonista, Kiinji es declarado incapacitado por el tribunal y acaba encerrado en un centro psiquiátrico. Desde la ventana de su celda contempla cada mañana la salida del sol que confunde con el planeta Tierra desolado por el holocausto termonuclear. La película fue un fracaso comercial. Solo decirles que hay muchas escenas memorables y muy del estilo de su director Akira Kurosawa: el minuto interminable, con el niño en brazos. Lo último que pide es solo protegerlo. Finalmente, como logro visual, esa rampa-escalera que lleva de la calle al sanatorio, que conduce del mundo que sigue su curso, ajeno al peligro y envuelto en las preocupaciones diarias al piso de arriba, al planeta en el que el protagonista Kiinji Nagasaki, aún preocupado por nosotros, nos ve arder a todos.

1955 | El Beso Mortal | Kiss Me Deadly
El Beso Mortal es toda una película de culto dentro del cine negro de los años 50. Si bien su recepción inmediata no fue particularmente entusiasta, su influencia en la historia del séptimo arte ha sido notable. En 1999 la Biblioteca del Congreso de EE.EU la eligió para su preservación en el National Film Registry debido a ser cultural, histórica y estéticamente significativa.

Una mujer corre por la carretera en busca de auxilio y logra que un conductor detenga su auto y la ayude. El hombre es Mike Hammer, un rudo detective privado. Mientras que al principio cree que se trata de una damisela en apuros, pronto se entera que la chica se ha escapado de un hospital psiquiátrico y que la persiguen dos matones para matarla.

Luego de varias idas y venidas, el protagonista descubre que la chica era portadora de un secreto, el paradero de una misteriosa valija, tras la cual medio mundo se encuentra desesperado por hallarla; y las cosas se saldrán de control cuando los cadáveres comiencen a acumularse, lo que impulsará a nuestro héroe a entrar en acción haciendo todo lo que sea necesario para hallar la verdad… yendo incluso más allá de lo permitido por la ley.

El film está plagado de perfomances mediocres y sobreactuaciones, la historia va lenta y gira en círculos demasiadas veces, hay agujeros de guión en el argumento, como por ejemplo: ¿De dónde procede la caja misteriosa que buscan todos; ¿A quién le van a vender la caja los villanos de la historia?

La mejor manera de comprenderla es teniendo en cuenta el momento en el que fue rodada. Los cincuenta fueron años complicados y confusos para la sociedad americana y por consiguiente, para el cine. El guion, nos muestra esta situación social e incide en la podredumbre moral de la sociedad americana de la época, basada en el goce de los bienes materiales como filosofía de vida, a través de las acciones de los personajes cuya única motivación es salirse con la suya a cualquier precio y por encima de quien sea.

Entre otras cosas significativas: hay algunos elementos de ciencia ficción que entran a la historia. Una organización misteriosa que está peleando por un objeto misterioso: que nos recuerda a la caja de Pandora. Cuando esta es abierta, resplandece una luz dorada y cegadora, quemando a la antagonista ambiciosa que desconocía el efecto nocivo de su contenido: isótopos radioactivos que desencadenan una reacción explosiva que no puede ser contenida.

Nos damos cuenta también de que la caja contenía todo este tiempo el mensaje central de la película, que no parece ser un mensaje para ninguno de los personajes del film si no un mensaje para nosotros como humanidad.

En conclusión, El Beso Mortal destaca entre las películas de cine negro por cómo medita profundamente sobre el estado del mundo y el futuro de la humanidad, en manos de personajes cada uno más amoral que el otro. Nos toca a nosotros reflexionar que tan lejos estamos de ese mundo.

REFLEXIÓN FINAL

La distensión mundial tras la caída del muro de Berlín y los citados avances genéticos hicieron que el cine no considerase prioritario el pánico nuclear como un tema principal. En cualquier caso, podemos recordar esa frase Einstein: «No sé cómo será la tercera guerra mundial, sólo sé que la cuarta será con piedras y lanzas». Si el holocausto atómico alguna vez se consuma, el cine posterior contará como se caza y se pesca para sobrevivir.

El PELADO Investiga

Fuentes:
elpelado.com.ar
wikipedia.org
scifiworld.es/
espinof.com
filmaffinity.com/es/
todosobremicinebelico.blogspot.com/
vadevagos.blogspot.com/
desayunoconfotones.org/
trendesombras.es/
moonmagazine.info/
cinemagavia.es/
cinemasaturno.com/
simulacromag.com/
hmong.es/
labrujulaverde.com/

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