El Señor del Mundo, la novela distópica preferida sobre el apocalipsis del Papa Francisco

Claramente el papa Francisco alaba al libro por razones distintas a las del papa Benedicto XVI, quien solo lo valoró como un devastador pronóstico del ateísmo. En el caso de Francisco, su crítica resulta más sutil al considerar que la novela alerta sobre los peligros de la colonización ideológica…

“Porque no hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado” (Lucas 8, 17)

En la homilía matinal en la residencia Santa Marta del lunes 18 de noviembre de 2013, el Papa Francisco hacía una rápida recorrida sobre espíritu mundano y del pensamiento único y casi finalizando dijo:

“Me viene a la cabeza la novela, de comienzos del 1900, EL SEÑOR DEL MUNDO que habla del espíritu de mundanidad que nos lleva a la apostasía. Hoy, con ese progresismo adolescente, se piensa que debemos ser como todos, que tenemos que ser más normales, hacer lo que hacen todos”

Más tarde en la conferencia de prensa durante el vuelo de Manila a Roma, el lunes 19 de enero de 2015, el periodista Jan-Christoph Kitzler, de radio alemana Ard le realiza una pregunta: “Quisiera volver un momento al encuentro que tuvo con las familias. Allí habló usted de “colonización ideológica”. ¿Nos podría explicar mejor este concepto?”

El Papa hizo una breve reflexión sobre la colonización ideológica y al finalizar digo:

“Es importante globalizar, pero no como la esfera, sino como el poliedro, es decir, que cada pueblo, cada parte, conserve su identidad, su ser, sin ser colonizado ideológicamente. A esto llamo “colonizaciones ideológicas”. Hay un libro –perdónenme si hago publicidad–, quizás por el estilo puede resultar un poco pesado al principio, porque fue escrito en 1907 en Londres… Su autor vio este drama de la colonización ideológica en su tiempo y lo describió en esta novela. Se titula EL SEÑOR DEL MUNDO. Su autor es Robert Hugh Benson. Les aconsejo que lo lean. Así entenderán lo que quiero decir con “colonización ideológica”.

¿Quién es Robert Hugh Benson? ¿Y de que trata EL SEÑOR DEL MUNDO?

Robert Hugh Benson (nació el 18 de noviembre de 1871, murió el 19 de octubre de 1914) fue el hijo menor de Edward White Benson, Arzobispo de Canterbury, y hermano menor de los también escritores Arthur Christopher y Edward Frederic Benson.

Benson estudió Teología Clásica en el Trinity College, Cambridge, desde 1890 hasta 1893. En 1895 fue ordenado sacerdote de la Iglesia de Inglaterra por su padre, Edward White Benson, quien era por entonces Arzobispo de Canterbury, cabeza de la Iglesia anglicana.

Su conversión a la Iglesia católica en 1903, y su posterior ordenación sacerdotal, conmocionaron a la opinión pública inglesa. Falleció en 1914, a los 43 años, dejando atrás una notable producción literaria.

Dentro de su obra literaria, es especialmente conocido por su novela apocalíptica EL SEÑOR DEL MUNDO (Lord of the World, 1907), una de las primeras distopías modernas.

¿Que es distopía

Una distopía o antiutopía es una sociedad ficticia indeseable en sí misma. El término, procedente del griego, fue creado como antónimo directo de utopía, término que a su vez fue acuñado por santo Tomás Moro y figura como el título de su obra más conocida, publicada en 1516, donde describe un modelo para una sociedad ideal con niveles mínimos de crimen, violencia y pobreza.

Las distopías a menudo se caracterizan por la deshumanización, los gobiernos tiránicos, los desastres ambientales u otras características asociadas con un declive cataclísmico en la sociedad. Las sociedades distópicas aparecen en muchas obras de ficción y representaciones artísticas, particularmente en historias ambientadas en el futuro. Algunos de los ejemplos más famosos son 1984 de George Orwell, Un mundo feliz de Aldous Huxley y Fahrenheit 451 de Ray Bradbury.

SINOPSIS EL SEÑOR DEL MUNDO

Se busca afanosamente expulsar a Dios de la vida pública, de las escuelas y universidades, de los trabajos y ocupaciones profesionales, de los medios de comunicación y de la cultura; los templos son destruidos y los creyentes son perseguidos y condenados a muerte, sin más razones que “sostener creencias oscurantistas que se oponen a la ciencia y al progreso de la humanidad” y son acusados de “mantener una actitud contraria a la ideología de la fraternidad universal”. En esta novela, algunos personajes tratan desesperadamente de extirpar de la faz de la tierra todo indicio de Trascendencia y pretenden exterminar a quienes tienen fe en un Señor, Creador del universo y de los hombres, con un destino eterno.

FIGURA PRINCIPAL DE LA OBRA: EL ANTICRISTO

Se han escrito muchas novelas excelentes sobre el Anticristo, entre ellas, mi preferida y la recomiendo: Juana Tabor, del escritor argentino Hugo Wast. Escrita en 1941 y la acción está ambientada a finales del siglo XX. Relata los años previos al Juicio Final. En ella se describe una sociedad secularizada, tecnológicamente avanzada y espiritualmente vacía; todo ello, sostiene el autor, como consecuencia de la difusión de las ideas del Iluminismo y el Modernismo. El relato tiene como protagonistas a dos frailes de la ficticia Orden de San Gregorio, Plácido de la Virgen y Simón de Samaria (este último inspirado en el sacerdote y apóstata Jacinto Loyson). En ocasiones ha sido publicada junto a su secuela; 666.

EL SEÑOR DEL MUNDO es una encendida y reaccionaria crítica a las obras utópicas de H.G. Wells, verdadero pionero de la conciencia social en la ciencia ficción, donde el humanismo necesariamente conduce a una forma de sutil ateísmo; lo cual, en la época de Benson solo significaba una cosa: marxismo. Y este último: apostasía.

El esperanto es la lengua franca de este futuro inquietante de EL SEÑOR DEL MUNDO, donde la eutanasia y otras prácticas polémicas son sencillos procedimientos de rutina. En este contexto emerge un joven y carismático político norteamericano: JULIAN FELSENBURGH, capaz de hipnotizar a las masas con sus discursos. Este personaje no solo consigue acabar con la guerra, sino que elimina todas las tensiones políticas al lograr que un consejo de notables lo elija presidente del mundo.

EL SEÑOR DEL MUNDO, como novela apocalíptica, enmarcada en el género distópico, nos muestra como se pretende la felicidad y perfección humanas a través de la organización de un sistema “perfecto”, porque se asume que el hombre es, en este sentido, un ser del que uno no se puede fiar. Se le considera un inútil moral, incapaz de utilizar su libre albedrío para el bien. La conclusión lógica es que la libertad debe ser prohibida, porque es un obstáculo para la felicidad y la perfección humanas. Y esto conduce inevitablemente a un gobierno totalitario que acaba cosificando a las personas.

¿POR QUÉ EL PAPA FRANCISCO LO RECOMIENDA?

Papa Francisco

Claramente el papa Francisco alaba al libro por razones distintas a las del papa Benedicto XVI, quien solo lo valoró como un devastador pronóstico del ateísmo. En el caso de Francisco, su crítica resulta más sutil al considerar que la novela alerta sobre los peligros de la colonización ideológica y cómo esta puede llegar a dominar al mundo al instaurar una línea de pensamiento, bajada desde los países poderosos, que se apodera de culturas que nada tienen que ver con ella.

A menudo leemos con horror informes apocalípticos sobre el destino de la humanidad, documentales que exponen el poder de las grandes corporaciones, grupos económicos, monopolios mediáticos, etc; dejando de lado que eso que algunos denominan el Nuevo Orden Mundial, es también una forma de control; ya que, en virtud de sus postulados, se nos obliga a aceptar una dualidad que no es tal, un maniqueísmo post-moderno que resulta aberrante para cualquiera que se atreva a analizarlo.

Umberto Eco, hombre de probada agudeza humanística, sugiere que de todos los tópicos planteables existe uno que la gente creerá sin dudar, uno sólo que aceptará sin siquiera cuestionarlo: LA TEORÍA CONSPIRATIVA. Apelando a cierto delirio paranoide, el devoto de las hipótesis sobre el Nuevo Orden Mundial nos enumerará infinidad de pruebas. Allí, justamente, reside lo endeble de sus argumentos, pues para él todos los problemas humanos y sociales son el producto de una conspiración, y no de lo que realmente son —y fueron y serán—: la consecuencia lógica de fuerzas, conceptos e ideas políticas que se confrontan abiertamente.

La hipótesis del Nuevo Orden Mundial postula que un grupo reducido de individuos altamente acaudalados desarrollan a cabo una suerte de carrera de poder hacia el dominio total del mundo. Pensemos en el amo y señor de una descomunal multinacional. Para el adepto al mito del Nuevo Orden Mundial éste ya no estaría interesado en desarrollar su poder económico, que por otro lado, ya posee con creces; sino en dominar al mundo mediante la imposición de un Gobierno Mundial Único. El verdadero enemigo no se reúne en secreto, ni debate en oscuros salones en lo alto de una montaña, sino en las pequeñas decisiones y tentaciones tecnocráticas a las que cedemos en nuestra vida cotidiana.

Lo más tremendo es que la colonización ideológica que se ve en la novela y, por ello a lo que se refiere el Papa, se produce en nombre de la libertad y felicidad de los pueblos. La humanidad, movida por el entusiasmo, por el deseo de conseguir la sociedad perfecta y la llegada del hombre perfecto, se pone poco a poco en manos de un personaje que va a acabar con su libertad de la manera más sutil: provocando que lo hagan voluntariamente. ¿Y cómo lo consigue?

A través de la expansión de una ideología, que va colonizando el planeta. Esta ideología tiene un error en su raíz: afirma y convence de que el ser humano es Dios. La nueva ideología va ganando terreno sobre todo a través de políticas populistas que acaban teniendo éxito entre la población y a través de predicadores que se extienden por el mundo convenciendo a la gente sobre cómo deben pensar y actuar.

En 1907 los medios de comunicación no eran como los de ahora, por eso se nos hace curioso esta idea de los predicadores del sistema. Benson entendía que, de alguna manera, había que conseguir que el pueblo acabara pensando como el sistema deseaba, pero todavía no intuía la fuerza que tienen hoy en día los Mass Media.

Estos son los que nos van diciendo cuál es el lenguaje que se debe usar y cuáles son las realidades que se deben considerar políticamente correctas y cuáles no. Los diarios, la televisión, la radio, el cine, y actualmente las redes sociales, van creando el ámbito de lo políticamente correcto. Y es imposible zafarse de ellos. Por eso nos colonizan. Van entrando en nuestro espacio vital y ahí se quedan.

EL SEÑOR DEL MUNDO, ocurre al revés que en la Encarnación. No es Dios quien se hace hombre, sino que es el hombre quien se hace dios. Fue la primera tentación de Adán y Eva y sigue presente hoy en día en tantas formas de proceder de nuestras sociedades. Tanto en el Génesis como en EL SEÑOR DEL MUNDO esta tentación contiene la semilla del maligno para lograr reinar en la vida de los hombres. En la novela se le deja campo abierto, se le elimina cualquier tipo de oposición. Los únicos que se resisten finalmente son los cristianos, porque son los únicos que siguen sosteniendo que Dios es Dios. Por ello, el régimen los ve como traidores a la humanidad.

El esfuerzo por eliminar a Dios en la novela nos hace pensar en el lugar que debe tener Dios en la organización social. En concreto, todo lo que hoy en día nos hable de nueva humanidad, de nueva vida del ser humano sobre la tierra, de la redefinición del ser humano, etc. guarda un gran parecido con la ideología descrita en EL SEÑOR DEL MUNDO. En ellas se ve el esfuerzo prometeico humano por construirse a sí mismo al margen de Dios.

En síntesis

EL SEÑOR DEL MUNDO, es recomendable leerla, ya que se aprende a hacer prevalecer el sentido común, al menos en la propia conciencia, y a no dejarse arrastrar por la corriente. Porque cuando la humanidad prescinde de Dios, se vuelve feroz contra sí misma. En definitiva, es una novela de lectura recomendable para todo lector preocupado por el presente y futuro de nuestro mundo y sus verdaderos valores.

“Llegaba más veloz que nunca el heredero de los tiempos alejados de la eternidad; el miserable príncipe de los demonios, la criatura que se sublevara contra Dios, más ciega que el sol pálido y la tierra estremecida. Y, a su alrededor, el círculo flotante de sus víctimas se agitaba como enjambre de insectos, que mueren instantáneamente al acercarse a la luz de la llama. Aquí se acercaba, al mismo tiempo que la tierra, que creía sometida y a su merced, se desgarraba y gemía en los últimos estertores de muerte. ¡Aquí llegaba el Anticristo orgulloso, Señor del mundo! Ya se proyectaba su sombra en la tierra y las alas blancas de su nave giraban para conducirlo hasta el lugar exacto, donde se aprestaba a asestar el golpe definitivo. Y en ese mismo instante, una inmensa campana sobrenatural comenzó a sonar, al mismo tiempo que millares de voces continuaban cantando suavemente, en delicado tono, que contrastaba con el estrépito de la tempestad, que los envolvía…”

El Pelado Investiga
Recopilación e Investigación

Fuentes:
https://www.eduardocattaneo.com/
http://www.interleo.es/
https://es.wikipedia.org/wiki/Distopía/
https://es.wikipedia.org/wiki/Robert_Hugh_Benson
https://www.vatican.va/
https://infovaticana.com/2015/01/22/el-libro-mas-recomendado-por-el-papa/
https://pensaresposible.blogspot.com/
https://es.wikipedia.org/wiki/Juana_Tabor_(novela)
http://elespejogotico.blogspot.com/
https://es.catholic.net/

Flyer promoción de El Pelado Investiga en su columna exclusiva para el programa de radio «UN NUEVO DÍA» que conduce Rafael Salomón, por Radio Fe Latina, los días sábados.
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