
¿Existió Blancanieves?
Todos conocen la historia, una niña hermosa que es odiada por la madrastra, esta la envenena y un príncipe azul la rescata y son felices para siempre. Aunque los puntos generales como el espejo, la manzana envenenada, el ataúd de cristal y los zapatos de hierro están siempre presentes, hay detalles que Disney no cuenta.
Disney empezó su historia de largometrajes animados con Blancanieves, un cuento que, en la película, está lleno de canciones, alegrías y pocas angustias. Si bien esta conocida historia se les atribuye a los Hermanos Grimm, hay quien dice que la leyenda es mucho más antigua.
Tiene elementos como el espejo mágico que habla con la malvada madrastra y bruja de Blancanieves, la Reina Malvada, y los siete enanitos o duendes. En algunas versiones, los siete enanitos son ladrones y el diálogo con el espejo mágico se hace con el sol o la luna. En la colección de cuentos de los Hermanos Grimm, «Blancanieves» es el Nº 53.

Todos conocen la historia, una niña hermosa que es odiada por la madrastra, esta la envenena y un príncipe azul la rescata y son felices para siempre. Aunque los puntos generales como el espejo, la manzana envenenada, el ataúd de cristal y los zapatos de hierro están siempre presentes, hay detalles que Disney no cuenta.
Durante mucho tiempo se creyó que el origen de Blancanieves se hallaba en la creación de Giambattista Basile, que el siglo XVI publicó su Pentamerón, El cuento de los cuentos, una antología de historias tradicionales en donde aparece el relato de Lisa, una niña de siete años que, tras un accidente con un peine mágico, entra en un estado inconsciente. Su familia la da por muerta y la entierran en un ataúd de cristal, lugar en donde la joven siguió creciendo hasta adquirir el cuerpo y las facciones de una mujer adulta.

Esta protohistoria de Blancanieves carece por completo de sus ingredientes más conocidos, como el espejo mágico, los siete enanos, la manzana envenenada, la reina malvada y el príncipe. Fue hasta muchos años después cuando se descubrió el verdadero origen de Blancanieves, un origen distinto al de otros cuentos populares ya que éste se basa en un personaje histórico.
El cuento de hadas de Blancanieves ha sido abordado desde la filología, la antropología, la psicología, y siempre con resultados abiertos a la polémica. Recién en las últimas décadas del siglo XX se dio paso a una nueva forma de investigar las raíces legendarias de estas historias populares, cuya fuerza principal proviene de estudios históricos comparativos. Existe una hipótesis que pertenece al historiador Karlheinz Bartels, quien en 1986, tras largos años de investigación, creyó hallar a la verdadera Blancanieves en una mujer de Lohr am Main, estado de Hesse, Alemania.
Lohr am Main fue, desde tiempos remotos, una región minera. Se sabe que durante la Edad Media, y aún en épocas más recientes, sus túneles de menor envergadura eran prácticamente inaccesibles para los obreros, de modo que se utilizaba la mano de obra infantil para trabajar en ellos.
Una de las pruebas más significativas de ello se desprende del tamaño diminuto de las herramientas de trabajo descubiertas en la región, sin dudas manufacturadas para obreros de pequeña estatura, es decir, niños.
Estos pequeños obreros habitaban en una zona adyacente a Lohr am Main, llamada Hanau. En este contexto, el estudio de Karlheinz Bartels coincide con el de otros analistas del cuento de Blancanieves. Los siete enanos de la historia son, en realidad, niños.
Otra conexión entre Lohr am Main y la historia de Blancanieves se vincula estrechamente con el «ataúd de cristal» en el que fue encerrada la muchacha. Habitáculos similares, aunque de menor tamaño, fueron hallados en distintas excavaciones en la zona. Adicionalmente, en Lohr am Main se trabajaba celosamente el cristal, pero también los espejos. La calidad de estos artefactos era tan alta, tan perfecta, que para muchos visitantes los espejos parecían «capaces de hablar».

Sus espejos eran tan elaborados, anuncia una crónica de 1698, que se ganaron la reputación de «decir siempre la verdad», es decir, de no disimular absolutamente nada de lo que reflejaban. Los espejos se convirtieron en un regalo habitual en las cortes europeas. Las mujeres jóvenes los adoraban, mientras que aquellas que ya manifestaban los primeros síntomas de la decrepitud se rehusaban sensatamente a verse reflejadas en ellos.
Esta idea de que los espejos de Lohr am Main «hablaban» y no solo eso, sino que «siempre decían la verdad», se vinculan directamente con el espejo mágico mencionado en Blancanieves, en cuyo marco superior podía leerse: “Ella es brillante como la luz” Ahora bien, un cuento de hadas no se construye únicamente con un escenario, sino también con protagonistas que lo habiten.
¿Existió Blancanieves?
La mayoría de los investigadores apuntan a una mujer llamada María Sofía Margaretha Catharina, baronesa de von Erthal, nacida en el castillo de Lohr am Main en el año 1729. Todas las crónicas de la época alaban a la muchacha como un faro de belleza y de caridad. Esta baronesa fue, en todos los sentidos, representada como la imagen ideal de una princesa.

María Sofía, ciega parcialmente a causa de una varicela, se quedó huérfana de madre en 1741 y dos años más tarde, el 15 de mayo de 1743, su padre se casó con Claudia Elisabeth Maria von Venningen, condesa imperial de Reichenstein, quien ya tenía hijos de un anterior matrimonio, de carácter violento y autoritario, que aprovechó las ausencias diplomáticas de su marido para favorecer a los hijos de su primer matrimonio.
La relación entre María Sofía y su madrasta nunca fue fácil debido al carácter de la nueva esposa de su marido, que contrastaba con la fama de bondadosa y generosa que tenía la pequeña entre las gentes de Lohr a los que ayudaba siempre que podía. María Sofía tuvo que convivir sola con su nueva familia debido a que su padre se ausentaba mucho del castillo familiar.
Eckhard Sander, historiador, y el cronista de la familia, dicen que los siete enanos de la historia se referirían a los niños de la zona, quienes trabajaban desde muy temprana edad en las minas. La desnutrición no les permitía crecer, y los uniformes de trabajo, con gorro incluido, se asimilan a las ropas que suelen asumirse a los 7 enanos de Blancanieves.
La condesa era sumamente amorosa y bondadosa con estos niños, dicen que ella se acercaba a jugar con ellos, cantarles y dedicarles algunas horas de su día a día. Ciertamente en Blancanieves, como en muchos otros cuentos de los Hermanos Grimm, hubo influencias notables de hechos reales.
Los registros anuncian que en 1720 los artesanos locales lograron una pequeña hazaña: un espejo de un metro sesenta centímetros de altura, comprado por el padre de María Sofía, Philipp Christoph, como regalo para su segunda esposa, Claudia Elisabeth, “la bruja-reina del cuento”. Su manufactura es tan delicada que el marco del espejo posee propiedades acústicas notables. Se dice si alguien habla cerca de él, por sus aberturas puede oírse un extraño eco que parece responder las preguntas que se le formulan. Sobre el marco de madera puede leerse en latín: Amour Propre | Amor propio. Este espejo, nada menos que el “espejo mágico de la madrastra”, aún se conserva en el Spessart Museum, ubicado en el castillo de Lohr Castle.
Aunque Maria Sofía no fue envenenada, el bosque que rodeaba su castillo estaba lleno de Belladona, un fruto que contiene Atropa belladona. Esta sustancia es una especie de narcótico que crea una parálisis general muy parecida a la de la muerte. La muerte de la joven no ocurrió debido a una “manzana envenenada”, de hecho, no se tiene claro. Sólo se sabe que se pudo tratar de una rara enfermedad que la obligó a pasar en cama largos periodos de tiempo. Evidentemente tampoco estaba dentro de un “ataúd de cristal”.
El ataúd de cristal y los zapatos de hierro son otros puntos que los historiadores utilizan para conectar Blancanieves con la región de Lohr, donde nació la baronesa. Para la época, esta zona geográfica poseía una rica reserva de minerales, y estos “accesorios” eran la representación de la facilidad con la que tenían acceso a ellos.
Si juntamos las historias de estas dos aristócratas y las similitudes de sus vidas con Blancanieves podremos darnos cuenta que el cuento no es tan fantasioso como parece. Como habrán leído, el trágico final de la madrastra y la historia descarnada de los Hermanos Grimm sobre intentos de asesinato nada tienen que ver con los 7 simpáticos enanos y los tiernos animalitos que acompañan a la Princesa Disney.
Diferencias puntuales entre la historia real de María Sofía y Blancanieves
Intentos de asesinato
La madrastra trata de matar a Blancanieves 3 veces: primero con una cinta para el cuello, con la que trata de ahorcarla; luego con una peineta envenenada, con la que no logra penetrar el cráneo; y, finalmente, la manzana envenenada.
La torpeza del Príncipe
El príncipe sí rescata a la princesa, pero no de un beso, torpemente quiere ver a la hermosa muerta, y tropieza tumbando la urna. Con el golpe, Blancanieves escupe la manzana envenenada.
El final de la madrastra
Sin embargo, la diferencia más espeluznante es el fin de la madrastra villana. En la versión original de este cuento alemán el Príncipe se convierte en Rey al casarse con Blancanieves, deciden recorrer los reinos cercanos para celebrar.
Al llegar al palacio de la malvada madrastra, quien se impacta ante la presencia de esta nueva reina, Blancanieves y su Rey deciden castigarla por sus intentos de asesinato. Así que a la mala mujer le colocan unos zapatos de hierro al rojo vivo con los que debe bailar hasta morir.
Blancanieves en el Macroverso de Sthepen King en IT
(Macroverso, una zona indeterminada entre universos de las que King ha extraído algunas criaturas horribles y que desafían toda descripción, al más puro estilo del muy admirado por King: Lovecraft)
¿Por qué Beverly Marsh es relacionada con Blancanieves?
Stephen King considera a IT como su examen final sobre el tema de la infancia. En este contexto, los paralelos entre Beverly Marsh y Blancanieves son abundantes en la novela, sobre todo en términos de representación del advenimiento de la adultez.
Beverly Marsh, es un personaje ficticio creado por Stephen King. La única chica del grupo de Los Perdedores.
El beso que Príncipe Azul le diera a Blancanieves, en IT se representa más tarde, en el libro, no en la película, como el encuentro sexual entre Beverly Marsh y Bill Denbrough.
En la misma línea, los Enanos (El Club de los Perdedores) son capaces de revivir a Blancanieves —o a Beverly, del trance hipnótico inducido por los Fuegos Fatuos de IT—, pero la manzana envenenada, claramente relacionada con el sexo, requiere la presencia de un hombre para revivir a la muchacha.
Para Stephen King, un sujeto muy hábil para nutrirse de conceptos mitológicos profundamente arraigados en la humanidad, Beverly Marsh, en el libro es la iniciadora sexualmente de El Club de los Perdedores, esto debe considerarse como una inversión deliberada de los roles tradicionales de estos personajes en el cuento de hadas.
En síntesis:
Quizás la responsable de esta historia de Blancanieves se la debemos a una cuentista alemana de nombre Dorothea Viehmann. Sus historias fueron una fuente importante para los cuentos de hadas recolectados por los Hermanos Grimm. Y para quienes no saben quienes son esta dupla generadora de fantasía narrativa, los Hermanos Grimm, fueron eruditos, filólogos, investigadores culturales, lexicógrafos y escritores alemanes que coleccionaron y publicaron juntos folclore y libros durante el siglo XIX.

No es redundante admitir que esta es apenas una historia dentro de la historia, una conjetura más sobre los orígenes del cuento de Blancanieves. El cine hizo el resto, sobre todo Disney, haciendo prácticamente imposible hallar a la ciega María Sofía en el rostro lívido de Blancanieves, el resto se lo debemos a la leyenda y la audacia de los folkloristas.
El Pelado Investiga
Recopilación e Investigación
Blancanieves en el Séptimo Arte (27)
(Fuente: filmaffinity.com/)
1916 | Snow White (SnowWhite) | J. Searle Dawley
1933 | Betty Boop: Snow-White (S) | Dave Fleischer
1937 | Snow White and the Seven Dwarfs | David Hand
1949 | Biancaneve e i sette ladri | Giacomo Gentilomo
1954 | Snow White and Rose Red (S) | Lotte Reiniger
1955 | Schneewittchen und die sieben Zwerge | Erich Kobler
1961 | Snow White and the Three Stooges | Walter Lang
1961 | Schneewittchen | Gottfried Kolditz
1967 | Run, Blancanieves, Run | Jaime Chávarri
1980 | A Snow White Christmas | Kay Wright
1982 | Biancaneve & Co. | Mario Bianchi
1984 | Snow White and the Seven Dwarves (Faerie Tale Theatre Series) (TV) | Peter Medak
1984 | Hófehér | József Nepp
1987 | Snow White | Michael Berz
1993 | Happily Ever After (Snow White and the Realm of Doom) | John Howley
1995 | Snow White (SnowWhite) | Toshiyuki Hiruma, Takashi Masunaga
1997 | Snow White: A Tale of Terror (TV) | Michael Cohn
2000 | Branca de Neve (Snow White) | João César Monteiro
2001 | Snow White: The Fairest of Them All | Caroline Thompson
2007 | Blanche-Neige, la suite (Snow White: The Sequel) | Picha
2012 | Snow White and the Huntsman | Rupert Sanders
2012 | Blancanieves | Pablo Berger
2012 | Mirror Mirror | Tarsem Singh
2014 | Cuéntame un cuento: Blancanieves (TV) | Iñaki Peñafiel
2015 | Bai xue gong zhu zhi shen mi ba ba | Ben Zhao
2015 | Behind the Magic: Snow White and the Seven Dwarfs (TV) | Jeremiah Crowell
2016 | The Huntsman: Winter’s War | Cedric Nicolas-Troyan
Fuentes consultadas
https://www.actualidadliteratura.com/
https://www.mujeresenlahistoria.com/
https://malsalvaje.com/
https://www.bbc.com/
http://elespejogotico.blogspot.com/
